que el lazo que me tiene atado
hora a hora, minuto tras minuto
pierde una hebra
y me deja soñar sintiendo la tranquilidad.
Porque de vuelta, sin querer
caigo en la trampa
de tus ojos verde vivo y profundo,
y sólo me distraigo un segundo
para no sufrir tanto.
Ya me olvidé, no queda más,
porque así sólo me pierdo
en un rumbo sin destino,
en un camino sin trazar,
que camina en círculos,
que sólo yo sé a dónde va.
Y sé que no quiero seguir...
ya no quiero seguir
desencontrándome tanto,
porque pienso que no voy a poder vivir así.
Espero poder engañarme
para sentirme bien,
lo que no difiere del flagelo
de doparme
con el antídoto de mi enfermedad,
mi amor por vos,
sino que más bien es un desatino,
un despropósito humano,
porque no tengo la llave
de tu corazón.
Quisiera haber sido ciego,
ciego de ver lo que veo,
cómo lo veo...
porque sólo arruina mi vida.
Desearía así que nada hubiera pasado,
entre tu y yo.
Desearía que no existieras,
siento decirlo.
No sé si volveré a confiar en el amor,
porque ahora sé que todo puede cambiar tan rápidamente.
No creo poder entregarme a lo que siento,
no sé si viviré recluso en mi interior
por miedo a que mi corazón no resista abatido
de ser lastimado otra vez.
Creo que el dolor se escurre
entre mis dedos se escurre.
Y transcurrió tan sólido,
como bombeando arena,
a cada latído.
Sé que algún día te olvidaré,
eso quiero creer.
Sólo quisiera entender,
quisiera no ser tan esclavo de mí mismo...
...quisiera tener un velo ante mis ojos,
que no sirviera a mi vista,
ni a mi apreciación,
para no perderme otra vez,
para no caer rendido
ante esos ojos verdes.
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